Grabado mitad acá y mitad en EEUU (otra vez los yanquis en todas partes, vio?), es uno de los últimos discos de Vicentico y Cía, que por estos días están volviendo a las canchas (vaya a saber por cuánto tiempo, sólo esperemos que no sea solamente una asquerosa movida movida comercial como la de Cerati y sus amiguitos).
Hay aquí ecos de sus primeras etapas ska, mezclados con aires de tango, jazz, candombe, bolero y rock pesado (cortesía del descontrolado de Minimal, que toca con ellos en este disco).
Se encuentran en el disco constantes alusiones al fútbol, pasión de muchos de los integrantes de los Cadillacs. Pero el rasgo más interesante del disco es la madurez que parecen haber alcanzado sus músicos, que ya no hablan de morir tocando ska (género al que respetamos muchísimo, pero ese no es el tema), si no que hablan de sus relaciones amorosas y/o amistosas y de la vida misma, siempre con un dejo de melancolía y nostalgia.
Los Cadillacs parecen tener un karma extraño: son en general todos muy buenos músicos y aquí funcionan en conjunto a la perfección, pero sus proyectos paralelos con otras bandas o solistas han resultado ser mediocres (tome un Cd de Flavio y La Mandinga y va a ver de lo que estoy hablando).
Hay aquí ecos de sus primeras etapas ska, mezclados con aires de tango, jazz, candombe, bolero y rock pesado (cortesía del descontrolado de Minimal, que toca con ellos en este disco).
Se encuentran en el disco constantes alusiones al fútbol, pasión de muchos de los integrantes de los Cadillacs. Pero el rasgo más interesante del disco es la madurez que parecen haber alcanzado sus músicos, que ya no hablan de morir tocando ska (género al que respetamos muchísimo, pero ese no es el tema), si no que hablan de sus relaciones amorosas y/o amistosas y de la vida misma, siempre con un dejo de melancolía y nostalgia.
Los Cadillacs parecen tener un karma extraño: son en general todos muy buenos músicos y aquí funcionan en conjunto a la perfección, pero sus proyectos paralelos con otras bandas o solistas han resultado ser mediocres (tome un Cd de Flavio y La Mandinga y va a ver de lo que estoy hablando).